jueves, 29 de diciembre de 2011

El año nuevo (ocidental), bien explicado.

¿Qué celebramos la noche del 31 de diciembre al 1 de enero? Pues que va a ser, el comienzo del nuevo año, eso está claro. Lo que no está tan claro es por qué el año empieza en esa fecha. ¿Qué tiene de especial el 1 de enero? La siguiente viñeta lo expresa muy bien: absolutamente nada.


¿Y si te dijera que los españoles son los culpables de que el año empiece el 1 de enero?, sigue leyendo y verás el porqué de esa sorprendente conclusión, además de otras curiosidades relacionadas con el inicio del nuevo año.
Momentos destacables en la órbita de La Tierra alrededor del Sol

Existen una serie de puntos destacables en la órbita de La Tierra alrededor del Sol. Estos puntos son los solsticios y equinoccios (que marcan el comienzo de las estaciones), elperihelio (el punto en el que La Tierra está más cercana al Sol) y el afelio (el punto en el que la Tierra está más alejada del Sol). Todos ellos son perfectos candidatos para marcar el comienzo del año, los más lógicos son los que marcan el comienzo de las estaciones. Por ejemplo, los cursos académicos empiezan más o menos al finalizar el verano y comenzar el otoño. En la siguiente figura se detalla aproximadamente la relación existente entre estos puntos.




Entonces ¿celebramos el Feliz Perihelio?

Como vemos en la imagen anterior ninguno de los puntos indicados coincide con el año nuevo. El que más se le acerca es el perihelio, que se cumple el 3 de Enero (aunque puede variar unos días según el año), así que podemos decir ¡ Feliz Perihelio ! y por lo menos tendría un significado astronómico (y no feliz año nuevo que, en el fondo, no significa nada).

Sin embargo el perihelio tiene en realidad poco efecto sobre la vida en La Tierra. Si bien estamos más cercanos al Sol, la diferencia es mínima ya que la órbita de La Tierra aunque elíptica (dibujada de forma exagerada la mayoría de ocasiones) es en realidad casi una circunferencia.

La Tierra se halla a 147 millones de kilómetros del Sol en el perihelio y a 152 millones de kilómetros en el afelio. Esta diferencia de sólo 5 millones de kilómetros es inapreciable para la vida cotidiana de La Tierra. En la siguiente imagen se aprecia un poco mejor como la órbita de La Tierra es casi circular (es la representada en amarillo). Por ese motivo aunque La Tierra está más cerca del Sol en el perihelio en el hemisferio norte no notamos más calor, al contrario estamos en invierno.


Además se da el hecho de que el perihelio coincide en nuestra época casi con el año nuevo y el solsticio de invierno simple y llanamente por casualidad. Debido a la precesión de los equinoccios la posición del perihelio va recorriendo el calendario dando una vuelta completa al mismo al cabo de unos 26,000 años.
Entonces ¿celebramos el Feliz Solsticio de Invierno?

Si el perihelio realmente afecta poco a la vida diaria, los solsticios y los equinoccios en realidad sí que afectan, marcan el inicio y el fin de las estaciones y todos sabemos lo que eso significa (guardar la ropa de la playa y sacar las chaquetas de otoño por ejemplo). En el solsticio de invierno La Tierra se halla en la posición que muestra la siguiente figura, con el Sol cayendo perpendicularmente sobre el Trópico de Capricornio, marcando el inicio del invierno en el hemisferio norte (y del verano en el hemisferio sur).


Cualquiera de los solsticios o equinoccios habrían marcado un perfecto inicio del año, sin embargo no es así ¿por qué? 

¿Por qué el año empieza el 1 de enero?: Los cónsules romanos y las revueltas hispanas.
Como decíamos antes, los solsticios y los equinoccios marcan unos instantes adecuados para indicar cuando comienza el año. En tiempos de la República Romana, los cónsules (máximos mandatarios) empezaban su mandato con la llegada de la primavera. Parece un momento adecuado para marcar el principio del año, la vida empieza a renacer y hemos sobrevivido un año más al duro invierno (por ejemplo los babilonios también celebraban el inicio de año con la llegada de la primavera). Los cónsules romanos se ponían al mando de sus legiones expandiendo año tras año su dominio por todo el mundo conocido.

Hay que decir también que el calendario romano de la época era un auténtico caos, inicialmente tenía 304 días distribuidos en 10 meses (Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November y December). Ahora sabéis porque septiembre, octubre, noviembre y diciembre se llaman así, eran los meses 7, 8, 9 y 10 del calendario romano. Los restantes días se añadían poniendo meses intercalares entre un año y otro. Se cree que fue el mítico rey Numa Pompilio el que decidió añadir 2 meses más al año (Ianuarius y Februarius), pero como el año tenía ahora sólo 355 días seguían necesitándose de vez en cuando meses intercalares. Además la cuenta de años seguía realizándose según el momento en el que los cónsules se ponían al mando de la república, que como decíamos era con la llegada de la primavera.

Sin embargo, en el año 153 antes de Cristo algo inesperado ocurre en la conquista de Hispania (España) por parte de los romanos. Los Lusitanos logran derrotar a las legiones romanas arrebatándoles sus estandartes en la batalla (algo verdaderamente humillante para los romanos, que los consideraban sagrados). A la revuelta de los lusitanos se unen otras tribus, como los vetones y los celtíberos. Estos últimos comenzarían ese año su largo asedio en la ciudad de Numancia. Las situación de Roma en Hispania estaba en un estado de suma precariedad. Roma necesita actuar y con rapidez, por lo que nombra a dos nuevos cónsules Quinto Fulvio Nobilior y Lucio Mummio dos meses y medio antes de lo normal, es decir, a principios de enero.

Posteriormente ese cambio de fechas pasó a ser permanente y los nuevos cónsules accedían a su cargo al principio de enero ¿por qué? probablemente porque consideraban más adecuado para las campañas militares poner al cónsul que las iba a llevar a cabo a prepararlas en invierno para que, cuando efectivamente se iniciaran en marzo, lo tuviera todo listo. Sea por el motivo que fuere la revuelta en Hispania en el año 153 a.C. provocó un cambio en el inicio del año consular. En la figura podemos ver el avance de las tropas romanas en la conquista de Hispania, como ves no fue un paseo triunfal ya que les costó 200 años dominarlos (compararlos con los 7 años que duró la conquista de la Galia por Julio César).



Julio César, el calendario Juliano y por qué el año nuevo no coincide con el solsticio.

En época de Julio César el calendario romano seguía siendo un caos, el hecho de tener que introducir meses intercalares de vez en cuando para que las estaciones empezaran siempre en la misma fecha, unido al hecho de que no había ninguna norma fija que indicara cuándo incluir estos meses, provocaba abusos de distinto tipo. Así, la duración del año pasó a ser un asunto político y no astronómico, si querías permanecer más tiempo en el cargo no tenías más que añadir meses intercalares cuanto te viniera en gana.

Julio César, durante su dictadura, decidió acabar de una vez por todas con ese caos e instaurar un calendario, el Calendario Juliano, al que no fuera necesario añadirle meses intercalares para sincronizarlo con las estaciones. Simplemente había que añadir un día extra (bisiesto) cada cuatro años, haciendo de esta forma que la duración del año fuera de 365,25 días. En realidad el año tiene 365,242189 días, por lo que fue necesario una mínima reforma más (el calendario Gregoriano) para evitar sucesivos desfases con el paso de los siglos. Julio César también le cambió el nombre del quinto mes (Quintilis) poniendole el suyo, algo que Augusto repitió con el mes Sextilis, de ahí el origen de los nombres de los meses Julio y Agosto.


Pero, después de que César le diera tantas vueltas al calendario (el año 46 a.C. duró 445 días) ¿por qué no hizo coincidir el 1 de enero con el solsticio de invierno?. El motivo no esta del todo claro, una posible explicación que apuntan aquí es que probablemente fuera esa la idea de César, pero que quizá por motivos supersticiosos decidieron que el nuevo año del nuevo calendario empezara con la luna nueva. De esta forma el 1 de enero del año 1 de nuestra era había luna nueva, y el solsticio de invierno quedó relegado al día 24 de diciembre.
El cristianismo, la circuncisión de Cristo y por qué la navidad no coincide con el solsticio.

La fecha del 1 de enero se mantuvo con la llegada del cristianismo porque enlazaba bien con la tradición cristiana, recordar que Jesucristo era judío, y el momento en el que se presenta en sociedad un niño judío es en su circuncisión 8 días después de su nacimiento. Así Jesucristo habría nacido la noche del 24 al 25 de diciembre (el solsticio de invierno) y el 1 de enero se celebraría el comienzo del nuevo año coincidiendo con el día de la circuncisión de Jesús.

Y aquí nos encontramos con otro problema, hoy en día la Navidad no coincide con el solsticio de invierno, que cae unos cuantos días antes (concretamente el 21 de diciembre). ¿Por qué este desfase entre Navidad y solsticio? Habíamos dicho anteriormente que el calendario Juliano no era exacto y que provocaba un pequeño desfase con el paso de los siglos (en concreto unos tres días cada cuatrocientos años). De esta forma llegamos al Concilio de Niceacelebrado en el año 325 de nuestra era y convocado por Constantino I el Grande con el propósito de establecer la paz religiosa y construir la unidad de la Iglesia cristiana.

En tiempos de Julio César el solsticio era el 25 de diciembre, pero en la época del Concilio de Nicea (casi cuatrocientos años después) éste ya se había retrasado tres días, siendo el solsticio de invierno el 21 de diciembre y no coincidiendo con la Navidad. Entre otras cosas el Concilio decidió la fórmula en la que se calcularía la fecha de la Pascua de Resurrección bajo estas premisas: se celebraría en domingo, no coincidiría con la Pascua judía y los cristianos no debían celebrar la Pascua dos veces en el mismo año.

Por ello se decidió tomar como referencia el equinoccio e indicar que la Pascua se celebrara el primer domingo después de la luna llena una vez pasado el equinoccio de primavera. Como el equinoccio se había retrasado al 21 de Marzo por culpa de la imprecisión del calendario Juliano esta es la fecha que pasó a la posteridad como indicador del equinoccio a la hora de hacer el cálculo de Pascua. Como curiosidad decir que en el 2011 la Semana Santa será en fechas muy tardías, en concreto el Domingo de Resurrección será el 24 de abril (las fechas oscilan siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril). Esto es así porque la luna llena en marzo cae el día 19, justo antes del equinoccio, por lo que hay que esperar casi un mes a la siguiente luna llena (el 18 de abril) siendo el día de la resurrección el siguiente domingo (24 de abril).

De esta forma el Concilio de Nicea desligó para siempre el solsticio de invierno de la Navidad. Hubo una posibilidad de volverlos a unir con la reforma que constituyó la adopción del Calendario Gregoriano en 1582. Ya que en esas fechas el equinoccio de primavera acumulaba un error de 10 días (sucedía el 11 de marzo). La reforma gregoriana corrigió ese error de 10 días (haciendo que el equinoccio volviera a ser el 21), pero no corrigió los tres días de error que se acumularon desde la institución del Calendario Juliano y la celebración del Concilio de Nicea (probablemente porque la fecha del 21 de marzo ya estaba demasiado instituida como para cambiarla a esas alturas).

Así vemos que el año nuevo y la Navidad están ligados al solsticio de invierno, pero diversas causas han provocado que estas fechas diverjan ligeramente con el tiempo siendo el solsticio el 21 de diciembre, navidad el 25 de diciembre y el año nuevo el 1 de enero. Además recordemos que una revuelta en España fue la que provocó adelantar el inicio del año al solsticio de invierno (desplazando al tradicional equinoccio de primavera).

Fusilado de aquí.

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