viernes, 17 de agosto de 2012

La pistola olímpica.

En la imagen pueden ver la estilizada y moderna imagen de la pistola que se ha convertido en el estándar oficial en esta edición de los juegos olímpicos. Tradicionalmente, algunas pruebas olímpicas se servían del disparo de fogueo al aire de un revolver para dar la salida. La tradición es tan larga que ha dado incluso a expresiones como ‘pistoletazo de salida’.
Pero los tiempos cambian y ni las pistolas olímpicas se salvan de su revisión a manos de la tecnología. 

Con la llegada de los cronómetros electrónicos, la tradicional pistola se conectó a los sistemas de medición mediante un cable, pero seguía siendo una pistola al fin y al cabo. Su sustitución definitiva a manos del ‘arma’ electrónica que veis en la imagen se ha debido a otras causas.

Un primer inconveniente de la pistola es que los atletas se sirven del sonido del disparo para empezar a correr o a nadar y el sonido se propaga por el aire a una velocidad de 331.5 metros por segundo en las condiciones de medición establecidas como base por la física (1 atmósfera a 0 grados de temperatura y 0% de humedad).

Según algunos estudios hechos en pruebas de atletismo, esta velocidad hace que los atletas más separados del juez que dispara reciben la señal con unas milésimas de retraso lo que podría ponerles en desventaja en pruebas en las que la diferencia entre un oro y una plata es muy pequeña.


Aunque esta diferencia es aún objeto de debate, los técnicos de Omega, que es la marca cronometradora oficial de los juegos olímpicos desde hace décadas decidieron crear un sistema por el que todos los atletas pudieran recibir la señal exactamente al mismo tiempo.
La imporancia del disparo

El invento no fue otro que conectar el revolver a un sistema de altavoces bajo cada puesto de salida que lleva el sonido del disparo a todos los carriles por igual. Curiosamente, hay quien no se quedó contento con la novedad porque seguía habiendo un cierto retraso entre el tiempo que tarda en llegar el sonido del disparo y el tiempo en que tarda en salir por los altavoces.

Oras voces comentaban que algunos atletas se fijaban en el humo de la salva de fogueo para empezar a correr, obteniendo de nuevo unas milésimas de ventaja sobre los que confían en sus oídos.

Dispuesta a eliminar de una vez las críticas al sistema del disparo, Omega introdujo en los juegos olímpicos de invierno de Vancouver en 2010 la pistola que será el estándar de ahora en adelante. La nueva pistola electrónica es muda. Simplemente manda la señal de salida a los altavoces si es disparada una vez, y declara una salida nula si es disparada una segunda vez.


En realidad, la implantación de esta pistola de juguete en lugar del revolver tradicional tiene también mucho que ver con la quisquillosa normativa de seguridad aérea que Estados Unidos logró convertir en estándar mundial tras los atentados del 11S, y es que en el caso de que las pistolas sean transportadas por aire, las electrónicas despiertan menos sospechas en los aeropuertos que un revolver, por muy transformado que esté para su uso olímpico.

Como última curiosidad, el sistema de Omega permite reproducir cualquier sonido en los altavoces, pero se sigue manteniendo el de un disparo por tradición (como ocurre con la forma del dispositivo, que podría ser simplemente un botón) y porque los atletas parecen estar más condicionados por el sonido de un tiro que por cualquier otro.

Fusilado de aquí.

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