Una de las imágenes que más a fuego se me grabaron en mi mente infantil a través de las películas que consumía tenía lugar en Gremlins 2.
En la escena, un gremlin malvado se cuela en el plató donde se rueda un programa de cocina, introduce varios cacharros metálicos dentro de un microondas, lo enciende y todo explota por los aires tras un poco de aparato eléctrico. Como si el microondas si hubiera convertido en una potente bomba. Desde entonces, tuve pánico de dejarme cualquier tenedor o cuchara en el plato antes de ponerlo calentar en mi microondas.
Afortunadamente este miedo era infundado...
Los microondas no explotan si introduces un objeto metálico. Basta con pensar un poco: ¿de qué está hecho el interior del propio microondas? De metal. Incluso muchos platos giratorios son de metal, y no solo de cristal. El problema de meter un objeto metálico dentro de un microondas es que el metal funciona como un espejo, refleja las ondas electromagnéticas. Si cubres de papel de aluminio un alimento, las ondas se reflejarán y el alimento no se calentará. Nada más. Como máximo, si el objeto es puntiagudo puede producir una pequeña descarga de arco eléctrico, como un rayo en miniatura.
Bien, a largo plazo sí que puede ser perjudicial para el horno microondas. Al no haber nada que absorba las ondas electromagnéticas, éstas regresan al magnetrón (el cachivache que las genera), que puede quemarse poco a poco.
También hay una salvedad. Si metemos un objeto metálico puntiagudo que llegue a generar un arco eléctrico, si dentro del horno hay algo que puede prenderse fuego, como sustancias inflamables, el arco podría prenderlo.
¿Y hacer funcionar el microondas totalmente vacío es tan inocuo como introducir objetos de metal? Pues sí. Si acaso, a la larga, deteriorarás el horno. En cualquier caso, la mayoría de microondas nuevos cuentan con un fusible, o con un termostato, que evita que ello ocurra apagando el horno automáticamente antes de que se estropee el magnetrón.
Ahora ya estamos prepararados para enfrentarnos a los gremlins.
Fusilado de aquí.
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